La ciudad romana de Cáparra se sitúa al norte de la provincia de Cáceres, ocupando los términos municipales de Oliva de Plasencia y Guijo de Granadilla. Citada en la antigüedad como Capera o Capara, el momento de su fundación resulta incierto, relacionado con asentamientos indígenas. Ciudad de origen Vetón, estipendiaria de Roma. A principios del siglo I como otras ciudades hispanas obtuvo la condición de municipio en el 74, Municipium Flavium Caparense. Es con Vespasiano cuando se construyen el arco y la mayoría de los edificios de la ciudad. Paso obligado en la vía de la Plata, al constituirse una mansio. Cáparra fue una ciudad amurallada, tenían una altura de hasta 5m, y una anchura de 3,20m. En el s. XVI al XVIII se habla de ella y de la existencia todavía entonces de una puerta con su correspondiente arco que estaba situada en la entrada sur de la ciudad. Esta puerta llamada en algunos documentos puerta de la villa y en otros arco triunfal, se conservó hasta el año 1728 en que fue destruida para obtener piedra para una ermita en Guijo de Granadilla.
Clunia antes de la llegada de los romanos a la Península
era una importante ciudad celtibérica perteneciente a la tribu de los arévacos,
emplazada en el vecino cerro del "Teso del Cuerno". Del asentamiento
celtibérico, gracias a Livio, sabemos que la ciudad en la Guerra Civil romana
fue asediada por Pompeyo en su lucha contra Sertorio en el año 75 a.e.c. Pero
tuvo que abandonar el sitio a causa de las frecuentes salidas de Sertorio y a
las inclemencias del invierno. En el 56 a.e.c. se alía a los vacceos en las
revueltas por la independencia frente a Roma. El general romano Metelo sitió la
ciudad pero de nuevo el duro invierno cluniense le hizo desistir. Al año
siguiente Afranio tomo la ciudad de Clunia.
La fundación de la ciudad romana es de época
Julio-Claudia. En las excavaciones de la ciudad apareció un estrato profundo la
casa nº 1. De época de Tiberio con acuñaciones hispanorromanas que atestiguan
el titulo de municipium de la ciudad.
Plinio en el año 77 habla de la ciudad apareciendo esta
como cabeza de un convento jurídico. El convento jurídico de Clunia limitaba
por el norte con la costa cantábrica desde Villaviciosa en Asturias hasta cerca
de Roncesvalles; por el este, con Logroño, montes de Oca, la Demanda y hasta el
Moncayo, Medinacelli y Sigüenza; por el sur, Somosierra, Guadarrama hasta
Segovia, y norte de Ávila y por el oeste, con Cauca Valladolid y Pallantia.
En el año 68 se vuelve a nombrar a Clunia, Galba recibió
la noticia de la muerte del Emperador en Clunia de donde salió para ceñir la
diadema imperial. Clunia fue entonces erigida como capital del Imperio.
Existen acuñaciones de monedas del emperador Galba con la
leyenda HISPANIA CLUNIA SUL(picia). Posiblemente la denominación de Sulpicia se
deba a Galba.
Galba creó la famosa Legio VII Gemina precedente de la
Legio Galbiana, sus tropas eran mayoritariamente hispanas que que desde el año
74 es la única legión romana en la Península Ibérica con sede en lo que
posteriormente sería León.
La vida en Clunia debió ser bastante próspera, tenía unas
100 hectáreas de extensión y una población de unos 40.000 habitantes. Algunas
citas comentan que llegaron a vivir en tiempos de su mayor esplendor unos 100.000
habitantes.
Con las invasiones bárbaras del siglo III comenzó la
inestabilidad económica y la inseguridad de los caminos. En las excavaciones
realizadas han aparecido áreas urbanas destruidas y no reedificadas datadas a
finales del siglo III. Durante los siglos IV y parte del V la ciudad se
reactiva. En el siglo IX se abandona definitivamente Clunia y se funda Coruña
del Conde, más próxima al río.
El nombre de Clunia tiene su origen en el nombre de
Clounioq, por los asentamientos Celtíberos. Posteriormente se llamó Clunia,
como asentamiento romano, para pasar a llamarse Cruña en el siglo IX y las
diferentes adaptaciones de éste, fueron Curuña, Coruña y finalmente Coruña del
Conde, que tomó su nombre por el dueño de estas tierras en el siglo XV.
Clunia se localiza cerca de Coruña del Conde, en el
término municipal de Peñalba de Castro, Burgos.
Actualmente solo se ha excavado aproximadamente un 2%.
La Villa Romana de la Tejada se localiza en Quintanilla de la Cueza, Palencia. La villa data del siglo II, viviendo su periodo de esplendor a mediados del siglo III y IV y llegando a su decadencia y abandono en el siglo V. El complejo aún no ha sido excavado en su totalidad. Se han consolidado trece habitaciones con mosaicos, un amplio pasillo y conjunto de dependencias. Destaca el sistema de calefacción, hipocaustum. La villa fue muy saqueada en la Edad Media, muros, cimentación, mosaicos, ladrillos…., de forma muy curiosa. Una hipótesis relaciona la villa con un lupanar o un gran latifundio de un militar importante. Esta villa fue descubierta en el año 1970.
La villa romana de La Olmeda se localiza en Pedrosa de la
Vega, Palencia.
Los orígenes de la primera construcción datan de finales
del siglo I inicios del siglo II, corresponde a la estructura de un edifico al
norte de la actual villa, habitada hasta finales del siglo III.
A mediados de siglo IV se produjo un cambio radical en la
villa. La antigua edificación se abandona o cambia de uso, y se levanta una
nueva. La villa se construyó con dos partes independientes unidas con un
pasillo, la zona residencial con sus termas y la zona destinada a los
trabajadores y las dependencias.
La vivienda principal de unos 3.000m2, presenta planta
cuadrada con con cuatro torres angulares, de planta cuadrada en la norte y
octogonal en la fachada sur. En el centro hay un patio que en su origen fue un
peristilo, que más tarde se sustituyeron las columnas del lado sur por una
arquería de ladrillo y los restantes lados se cerraron con muros. La zona de
las termas está unida a la vivienda a través de un corredor, presenta dos zonas:
por un lado una gran habitación circular, cuyo uso se desconoce, y por otro el
vestuario, a través del cual se accede a las distintas salas de baño:
frigidarium, tepidarium y caldarium.
Posiblemente el mayor atractivo de la villa lo constituye
el conjunto de mosaicos, 1.400m2, uno de los más importantes de España. Destaca
el mosaico situado en el oecus de la casa. En la necrópolis se han localizado
más de 700 tumbas pertenecientes a distintos periodos, con abundante material
arqueológico gracias a los ajuares.
Se cree que la villa fue destruida y abandonada en el
siglo VI.
El complejo museístico de Almenara-Puras (Valladolid) consta de cuatro edificaciones, el Museo de las Villas Romanas, la Villa romana, la Casa romana y el Parque infantil tematizado. La villa romana de Almenara-Puras se construyó en el siglo IV, sobre una estructura anterior del siglo III, de menores dimensiones de la que se conservan los vestigios de unas termas. La casa tiene dos patios en torno a los cuales se articulan 30 estancias; de ellas, prácticamente la mitad están pavimentadas con suelos de mosaico. A la zona de termas se accede por un pasillo que remata en una gran sala de planta triabsidada. En las excavaciones realizadas se ha recuperado completamente la pars urbana o zona residencial y una pequeña parte de la explotación agropecuaria. La vivienda señorial ocupa un área de unos 2.500 m2, organizada a partir de dos grandes patios porticados. Destacan sus mosaicos, algunos de una gran calidad, como el de Pegaso, decorado con cristal y oro. A mediados del siglo V se detecta un paulatino abandono. La villa fue descubierta en 1887 al realizar unas tareas agrícolas.
La historia de Tarraco va ligada a la romanización de la Península Ibérica; importante enclave para ganar terreno a los cartagineses en la II Guerra Púnica, y posteriormente para anexionar Hispania como nueva provincia romana. Su origen militar es un elemento importante para su desarrollo urbano, convirtiéndola en una ciudad diferente urbanísticamente hablando.
El mausoleo de Centcelles está situado en la ribera derecha del río Francolí a 6 km de Tarragona, en la localidad de Constantí. La villa fue fundada en el siglo II-I a.e.c. y fue destruida o abandonada dos siglos después, pero tubo su momento de máximo esplendor en el siglo IV, en el que se inicia la construcción de una nueva planta rectangular alargada con salas de representación y un complejo termal. Estas construcciones posteriormente fueron reutilizadas con una función distinta a la original. Algunas estancias del sector termal se utilizaron como talleres de mosaicos mientras que las salas de representación se convirtieron en mausoleo. La parte mejor conservada de esta edificación es un macizo cúbico coronado por un cuerpo octogonal, cuyo interior forma la cúpula de una sala circular con cuatro nichos semicirculares y una cripta.