La villa fue fundada en el siglo II-I a.e.c. y fue destruida o abandonada dos siglos después, pero tubo su momento de máximo esplendor en el siglo IV, en el que se inicia la construcción de una nueva planta rectangular alargada con salas de representación y un complejo termal. Estas construcciones posteriormente fueron reutilizadas con una función distinta a la original. Algunas estancias del sector termal se utilizaron como talleres de mosaicos mientras que las salas de representación se convirtieron en mausoleo.
La parte mejor conservada de esta edificación es un macizo cúbico coronado por un cuerpo octogonal, cuyo interior forma la cúpula de una sala circular con cuatro nichos semicirculares y una cripta.