1 ene 2011

Ianuarius

En Roma el primer día del año era común darse regalos para celebrar las Calendas. Se intercambiaban regalos para simbolizar buenos deseos. Al principio eran ramas de árboles sagrados, del bosque de la diosa de la salud Estrenia. Las ramas eran símbolos de vida, salud y vigor. Años más tarde, se regalaban nueces, higos, miel, dátiles o monedas cubiertas de oro con el retrato de Ianus, el dios de las puertas, caminos y de los comienzos y finales. Después las monedas fueron reemplazadas por muñecas…. Con los años estos regalos pasaron a denominarse “estrenas” y se anticipa su entrega a las Saturnalia; pero el emperador Tiberio dispuso que estos regalos se limitasen sólo a las calendas de enero.
En el año 153 a.e.c. el Senado romano toma como inicio del año el 1 de enero, en lugar del tradicional 1 de marzo, para poder planear las campañas militares que se estaban desarrollando en Hispania y los problemas que estaba causando la conquista y asedio de Numancia.
Julio Cesar en el 45 a.e.c. instauró el nuevo calendario.
Enero, Ianuarius, es el mes dedicado a Iano, el dios solar etrusco. A él se dedican todas la mañanas los Ianus matutinus. Su templo tenía doce puertas que se correspondían con cada uno de los meses del año. Las puertas permanecían abiertas durante la guerra y cerradas cuando la paz reinaba en el Imperio. Los romanos que deseaban comenzar con buen pie un negocio o finalizar con éxito una empresa, acudían a rendir culto a Jano. El primer día del mes, los romanos ofrecían a Jano una torta hecha de harina sal y vino. También este día estaba dedicado al perdón y a los sentimientos de amistad que se manifestaban con el intercambio de obsequios y presentes. Los cónsules tomaban posesión de su cargo el día primero de enero y hacían sus ofrendas durante el ritual religioso en el Capitolio.
Los romanos también le daban regalos al Emperador, pero en el 567 la iglesia prohibió esta costumbre y ciertas prácticas paganas de Año Nuevo.
Curiosamente los pueblos paganos recibían el año nuevo con hogueras y haciendo mucho ruido para alejar a los malos espíritus. El símbolo del bebé en Año Nuevo proviene de la adoración al “dios del vino” Dionisio-Baco. Los griegos representaban a Dionisio como un bebé durante los ritos que hacían para iniciar el año nuevo, que en ese momento se celebraba en la primavera. Ponían a un bebé en un canasto y lo llevaban a un lugar honorable, precedido por un gran ceremonial. Dionisio simbolizaba el renacimiento de la vida en la primavera. También existía un tipo de roscón de Reyes, el martius panis, pan de marzo, con forma de serpiente circular decorada con fruta escarchada, que se serví¬a dentro de una caja decorada que los niños utilizaban después para guardar sus juguetes.
Curiosamente La noche del 5 al 6 de enero, se recordaba el nacimiento del dios Aion, con el renacimiento del Sol, en el solsticio de invierno que antiguamente coincidía con esta fecha. Se celebraba en Egipto y Arabia. También en esta fecha, se celebraban los prodigios de Dionisio en favor de sus seguidores.