En el yacimiento se ha descubierto también una necrópolis ubicada al sur de la piscina que podría datar del siglo IV, y que, a juzgar por el ritual de enterramiento, podría pertenecer a los primeros cristianos que habitaron tierras valencianas. Sobre la necrópolis, a finales del siglo V se construyó un gran edificio cuya funcionalidad está por determinar. En el yacimiento se ha encontrado abundante material cerámico de las épocas de ocupación.
El topónimo Bétera parece provenir de los militares veteranus romanos asentados por aquella época en la población. La Conselleria de Cultura trabaja en la "musealización" del yacimiento, donde las excavaciones que se realizan en la villa romana han permitido sacar a la luz unos 900 metros cuadrados de termas romanas.