Su fundación tiene origen con el campamento levantado en la campaña de las Guerras Cántabras 29-19 a.e.c. El asentamiento en la región tuvo lugar en dos fases: la primera hacia el año 26 a.e.c, destinado a la incorporación del mons medullium identificado con la zona del Bierzo; y un segundo asentamiento tuvo lugar en otro punto hoy identificado con la actual ciudad de Astorga.
Esta fortificación se levantó con la intención de pacificar el territorio occidental de la provincia de León y tras las revueltas astures del año 22 a.e.c. La Legio X Gémina participó en el frente noroccidental de las Guerras conjuntamente con la VI Victrix asentada después en León.
La presencia de las explotaciones auríferas fue la principal la razón de la conquista de estas tierras. Dos serán los principales focos de extracción: el Oriente Próximo y la actual provincia de León, por entonces el Conventus Asturum en la Hispania.
Para asumir este control, la Legió X levantará un campamento sobre el cerro enclavado entre los ríos Tuerto y Jerga, lugar estratégico por su condición de único paso hacia la provincia de la Gallaecia, uno de los principales puertos de mar de la península. Este asentamiento fue temporal, como lo demuestran los restos hallados de tiendas de campaña de madera y cuero.
Fue hacia el año 35, cuando comienzan a levantarse los primeros edificios. La ciudad se erige de nueva planta, y a mediados de siglo, se le confiere la condición de capital del Conventus Iuridicus Asturum, unidad político administrativa comprendida entre el mar Cantábrico y el valle del Duero.
De los restos hallados en Astorga destacan: Las Termas Mayores, las Termas Menores, el Aedes Augusti, el Foso Campamental, Foro, Murallas, Puerta, las Domus, la Cloaca, ...