Era el séptimo mes del calendario antiguo, de ahí su nombre de septiembre. El mes de septiembre estaba consagrado a Vulcano, dios del inframundo, el fuego y los metales.
El día de las calendas de septiembre se rendía homenaje a Júpiter, en su templo de Capitolio, a fin de obtener un invierno benigno y favorable a la germinación de las plantas y los minerales.
El día 3 se celebraba la Epidaura, una festividad en honor a Esculapio.
El día 4 comenzaban los grandes Juegos romanos, los cuales desde el año 386 a.e.c; fueron anuales y su duración era de quince días. Los juegos se celebraban en honor de los tres protectores de la ciudad, Júpiter, Juno, y Minerva y consistían en carreras a pie y en carros, luchas, combates de gladiadores, ejercicios gimnásticos, representaciones dramáticas; el día de los idus se daba un banquete en el Capitolio al que eran invitadas las tres divinidades que se han mencionado, ocupando sus estatuas puestos de preferencia.
El día 5, después de seis meses de preparación, comenzaba la peregrinación hacia Eleusis o lugar de la iniciación, a la que se van adhiriendo desde diversos lugares. La condición es hacerla caminado, al menos el último tramo. Al día siguiente tenía lugar el baño de purificación. Se trata de un baño por inmersión a fin de limpiar los errores de la vida pasada y prepararse para la Gran Noche de la revelación.
El día 7 era de ayuno como limpieza ritual de cara a la ingestión del brebaje sagrado. A la caída del sol tienen lugar danzas catalépticas en honor de Baco, en las que repetidamente se escucha los gritos rituales. Después, los fieles entran en el cámara sagrada donde tiene lugar la revelación. El hierofante y la sacerdotisa copulan teatralmente salen de las tinieblas y proclaman: "La omnipotente ha parido al omnipotente". En esta noche se revela a los asistentes, bajo el efecto del brebaje, los misterios de la vida y de la muerte, quedando obligados a guardar el secreto eternamente. Por la mañana, los iniciados salen transformados del santuario. A nadie podrán revelar lo que han visto y oído.
El día 10 eran las grandes eleusinas. En unión de todos los asistentes a la fiesta, los iniciados comparten un gran banquete con música y danzas. Después marcha cada uno a su lugar de origen.
El día 13 se celebraba la ceremonia del clavo. Según una antigua ley, cada año, en esta fecha, el más alto magistrado en ejercicio debía clavar un clavo en el templo de Júpiter Capitolino. Esta costumbre, que tal vez nació para contar el transcurso de los años, fue utilizada posteriormente para combatir las epidemias, en la creencia de que el mal quedaba aprisionado por el clavo. El Banquete de Júpiter era un festín que se ofrecía al dios durante la celebración de los Juegos Romanos.
El 17 de Septiembre, apoteosis de Augusto. En el año 14, casi un mes después de su muerte, entre otros honores que se le rindieron, Augusto fue elevado a la categoría de dios.
El 20 de Septiembre se celebraba la natalis Romuli.
